Hierón-Jenofonte

Conversación entre el tirano Hierón y el poeta Simónides.

Hierón intenta convencer a Simónides de que se es menos feliz siendo tirano que siendo un particular. El tirano no puede ser feliz porque vive temeroso de que le arrebaten el poder. Nadie lo ama, todos le temen. Desea el amor de todos, pero no obtiene el amor de nadie, lo que obtiene es hipocresía (adulación y falso amor). Simónides se persuade de esto, y le recomienda un gobierno justo para que sus gobernados lo amen y lo protejan:

“En fin, oh Hierón, enriquece a tus amigos decididamente, pues te enriquecerás tú mismo. Engrandece la ciudad, pues te rodearás tú mismo de poder. Gana aliados para ella. Considera tu patria como tu casa, a los ciudadanos como camaradas, a los amigos como tus propios hijos y a los hijos como tu propia alma, e intenta ganarlos a todos ellos con un trato correcto. Efectivamente, si rindes a los amigos tratándolos bien, no te podrán resistir tus enemigos. Y si haces todo eso, entiéndelo bien, habrás conseguido la adquisición más hermosa y preciada de cuantas poseen los hombres, pues siendo dichoso no serás objeto de envidias”.