Lucha de clases

En Estados Unidos, Francia y Canadá, la lucha de clases está presente de forma explícita en el discurso político. Se discute en términos de ricos, pobres y clase media. Cuando se hace lo mismo en Colombia, la derecha y el centro pegan el grito en el cielo. La derecha acusa de comunista, y el centro de polarizador. Lo que deberíamos preguntarnos es por qué se censura con tal fuerza la explicitación de la lucha de clases. ¿Qué ganamos con eso? ¿Acaso va a desaparecer porque no la mencionemos? Colombia es la séptima economía más desigual del mundo y es el país con la tercera mayor concentración de la tierra. ¿Vamos a seguir pensando que la causa de esto es Dios? ¿No será, más bien, que se ha gobernado para que así sea? ¿Acaso los intereses de los más ricos no están sobrerrepresentados en el Estado? ¿Acaso no financian campañas presidenciales? ¿Acaso no financian campañas al congreso? ¿Acaso no hacen lobby? ¿Acaso no gozan de exenciones tributarias? ¿Acaso no manipulan leyes y decretos a su favor? ¿Acaso sus empresas no se ganan jugosos contratos con el Estado? ¿Acaso no tienen grandes medios de comunicación para imponer su discurso?